domingo, 23 de marzo de 2008

Franck


Franck es mi productor francés, con el que rodaré LA MARCA AMARILLA. Este martes se publica el último álbum, que transcurre en Africa. Es un acontecimiento editorial sin precedentes. Personajes de cómic ocupando las portadas de las revistas. Francia es increíble. Los tebeos les importan más que nada. Esto fue en un pase de la película. Franck también es el distribuidor de Los Cronocrímenes, de Nacho.

En Toulousse


Una charla en la Fnac de Toulousse. Lo bueno es que había una exposición de originales de los Simpson, la película, y me regalaron uno autografiado.

Elefante mecánico


Lo mejor de Nantes, un enorme elefante mecánico de hierro y madera, rememorando los inventos de Verne, en un estilo gótico victoriano irreprochable. Lo más alucinante es que se movía, andaba, movía la trompa, la cabeza, las patas, echaba agua y bramaba con una enorme trompeta interior. Dentro, un saloncito, en las tripas. Este miércoles se estrena en Francia Los crímenes.

sábado, 22 de marzo de 2008

Nantes

Después de varios días en Nantes, en el festival, donde tuve la oportunidad de disfrutar de la inestimable compañia de Nacho Vigalondo, vuelvo a madrid para retomar mis actividades. Siento no haber escrito con la asiduidad habitual, pero las cosas se complican, a veces. A ver si con tiempo os puedo narrar el incomparable momento en el que Claudia, mi hija de cuatro años, vomitaba en el TGV ante la estupefacta mirada de los impecables franceses, salpicados en la turbia operación.

viernes, 7 de marzo de 2008

Ha muerto Gary Gygax, el creador de mundos.



Gary Gygax, el gran hombre, el visionario. Es terriblemente trágico descubrir que uno ama algo cuando lo pierde. Nunca habría llegado a imaginarme que me afectaría esta noticia tanto como me ha afectado, es absurdo, incluso ridículo. Volviendo de Burdeos en avión leí la noticia en el periódico. De pronto he notado sobre mí el paso del tiempo. Hace unos días colgaba unas fotos de Dwarven Forge, un complemento para el juego que hacen unos locos en Illinois. Lo compro por comprar, no juego. Sólo por sentir en mi paladar el sabor del antiguo juego, de algo que no ocurrió, pero podía haber ocurrido. Es lamentable, siento nostalgia de un pasado inexistente. Ahora me doy cuenta de que él ha muerto y el tiempo pasa como un vendaval sobre nuestras efímeras existencias, hojas de personaje escritas garrapateando cifras al azar, con unos dados con demasiadas caras. ¿Tiene sentido? Algo sí. Tienen sentido las horas en las que hemos estado al otro lado. Hemos utilizado su puerta dimensional para salir del horror y hemos viajado a un mundo absurdo donde sólo se puede vivir con unos puntos de golpe y una espada de dos manos, protegidos por una armadura de cuero viejo, frente a unos pasillos oscuros, húmedos, infestados de seres extraños. las antorchas siempre se apagaban. Sé que él no quería que lo viéramos en un ordenador, ni siquiera con muñecos: el Gran Viaje es mental. Exclusivamente mental. Sólo papel y lápiz como únicas drogas. ¡Timothy Leary de las mesas de juego, descansa en paz! Los que todavía no hemos pasado de nivel te saludan.

domingo, 2 de marzo de 2008

Dwarven forge


Es un Slide de una obsesión arcana. Los hacen en Illinois, en piezas pintadas a mano. Los que no conseguimos superar la seucencia de E.T. en la que unos chavales jugaban a D&D en tres dimensiones. Compré en Londres la edición de Dalmau Carles, y luego me descolgué en la segunda, para reengancharme en la tercera. Como una adicción eterna, volví a caer. Y ahora me lo traen en paquetes de Illinois. Se que muchos no saben de qué estoy hablando, pero leer las declaraciones de Jaime Rosales en EL PAIS me ha dado fuerzas.