Attention, please, passengers to Shanghai... Estoy oyendo por los altavoces. Parece que hoy se ha vuelto loco Heathrow, porque esto está hasta la bandera. Imagino que tendrá que ver con el alud de niebla que nos rodea. Es como merengue, una inmensa tarta de navidad que no te deja ver el coche que tienes a tres metros por delante en la serpenteante caravana de la autopista. Para entrar en la terminal 2 es necesario atravesar un auténtico embudo humano, una pizza de indios, judíos, negros y españoles calentitos, como si se tratase de un enorme chiste, aliñados con algún británico despistado. Un chavalito de amarillo fosforescente me dice, después de quince minutos de espera, que para entrar tengo que ir por otra puerta, situada a unos trescientos metros de donde me encuentro. Mientras le digo que no entiendo lo que dice, me cuelo. Ya dentro, me comentan los amigos de Iberia que me quedan dos horas de espera, en el mejor de los casos, y que están barajando otras posibilidades mucho peores como, por ejemplo, que se cancele el vuelo y me quede en tierra, charlando tan a gusto con el de amarillo fosforescente. Esta inesperada situación me brinda la oportunidad de sentarme y escribir estas líneas, mientras oigo por los altavoces como una mujer va cancelando todos los vuelos que se le ponen por delante. Bueno, lo cierto es que tengo tiempo de escribir estas líneas y traducir el Corán, mientras me bebo trescientas cañas y me como mil bocadillos de atún con pimientos.
SCAFFOLDINGS, CIRCOS Y CENAS
La cosita de la producción se está complicando por momentos, digamos que está pillando un punto barroco, casi churrigueresco. Voy a rodar en el centro de Oxford, asunto jodido, pero lo que es más jodido son los scaffoldings: instrumentos de tortura medieval, que, si bien hace unos meses no significaban nada para mí, ahora suponen un nuevo reto para el rodaje. Se trata de los putos andamios de siempre, que cubren cualquier edificio que se me antoje rodar. Primero pusieron uno enfrente del teatro, ahora detrás. Hay dos opciones: pasar de ellos y rodar como si no estuvieran, es decir, venir a Oxford para que parezca Getafe, o buscar cobardemente otro sitio, cosa que intento. Con lo que ya no contaba es con lo del circo. Al parecer el día que rodamos montan un circo en la calle, un circo que hay que esquivar. El problema no es exactamente el circo. No me importaría rodar con payasos en la escena, no sería la primera vez. El problema son las grúas y los trapecios que dejan por ahi los del circo, difíciles de justificar en la secuencia. En fin, parece que vamos a intentar rodar un dia en que no haya ni scaffoldings, ni circo. Pero ha surgido un nuevo e insospechado inconveniente. Al parecer en Greenwich, el mismo día que rodamos, hay una cena. ¿En la calle? Pregunto, confuso. No, exactamente en la calle no, en una iglesia enorme que está al lado donde rodamos. Vale, pues que cenen, como si después montan una orgía, todos untados en miel, y sacrifican un cordero en el altar. Claro, el problema es que a la cena asiste el alcalde de Greenwich y quiere tener libres las entradas a la iglesia, cosa que SI que interfiere, desgraciadamente, mi rodaje. Al parecer, hasta que termine de cenar el alcalde, no podemos rodar allí. Una solución sería sacar el Scattergories, o cenar con ellos y pasar de todo. A mi me incomoda el asunto, teniendo en cuenta que tengo que rodar doscientos mil planos esa noche. Afortunadamente, los scaffoldings que también han puesto en la iglesia los podemos cubrir con motivos navideños, o pintarlos de color ladrillo. Circos, lo que se dice circos, en esa localización todavía no han aparecido, pero por lo visto no tardarán en aparecer. ¡Dios, acaban de cancelar otro vuelo! Ah, es el de Valencia, el de Madrid resiste. Lo peor es que te piden que te vayas del aeropuerto. Claro, hay tanta gente que aquí, si no tienes nada que hacer, te echan. Comprensible. Un detalle: fuera hace tres grados bajo cero. Siempre resulta desagradable, sobre todo pasadas las tres primeras horas. Otro vuelo fuera. Ah, es para Zurich. ...Eso pasa por querer ir a Zurich.