lunes, 18 de diciembre de 2006

Marlborough lessons.


Esta semana hemos estado indagando en los aspectos más densos del guión de la película, la manera en que ésta se enfrenta al problema del conocimiento. Para ello hemos contado con la colaboración desinteresada de uno de los profesores de Oxford con mayor prestigio internacional en el ámbito de la teoría del lenguaje, Peter Marlborough. Gracias a él, hemos sido capaces de desarrollar conceptos complejos como la paradoja de Wittgenstein sobre las proposiciones finitas, de una manera sencilla y accesible a los no iniciados. Lamentablemente, el profesor Marlborough sólo podía atendernos media hora al día, a eso de las doce, porque a partir de entonces perdía totalmente el norte. Aquí le vemos a punto de empezar una charla de tres horas sobre cómo colocarle la pistola a los madelman sin romper el dedo gordo. Le preocupaba mucho el hecho de que llevasen ropa interior, y no pudo resolver el misterio de porqué no tenían pies, sino unos muñoncitos que encajaban en las botas. Aprendimos mucho.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me apunto a esta orgía cinematográfica. Espero que no me pase como en las otras producciones donde me estreso, todo el mundo me odia, paso hambre y acabo reventao, con el cerebro envuelto en esa niebla que te hace mirar al infinito aunque el infinito no te mire a ti.

Besos

Anónimo dijo...

Jajajaja

Eres un cabronazo!
Ese tipo parece un cruce entre Sloth y copito de nieve...

Anónimo dijo...

jajajajaja. qué grande eres álex!! y que gracioso el malborough!!!!!!

Anónimo dijo...

...creo que se quien es este profesor, es el mismo que sostiene en un libro que el bigote de Super Mario es postizo. Igual me quedo con el profesor L. Strike y su teoria sobre la perpetua depilacion de las Barbies. Pero,todo hay que decirlo, ambos son serios competidores al Premio Nobel. El jurado lo va tener dificil este año.