domingo, 31 de diciembre de 2006
Nuevo año.
Aquí estoy el fin de año esperando que venga un medico de guardia a casa porque a la mayor le ha dado fiebre y está tiritando. Ramon Garcia y su capa, Igartiburu y la suya... Sidra el Gaitero. MI madre anciana. Mis suegros. Los cohetes...
El mito del eterno retorno.
viernes, 29 de diciembre de 2006
Horror.
Las navidades son un horror. Las adoro, pero las aborrezco, y al revés. No, las adoro, pero son siempre horribles... A ver si tengo tiempo de desconectar y leer un poco de CHOQUE DE REYES. Flipo con George R. R. Martin. Qué gozada, encontrar algo que me entretenga. Mientras, nos curraremos unas partidas de ZOMBIES y ARKHAM HORROR. Nunca mejor dicho. Sí, soy un Goophy Goover. Ser una persona responsable no me ha reportado ningún tipo de felicidad. Todo lo que ha mejorado mi vida ha sido producto de actos volitivos irreflexivos e imprevisibles. También lo que la ha empeorado, pero... Así es el juego.
miércoles, 27 de diciembre de 2006
Elijah say yes!
viernes, 22 de diciembre de 2006
ME HAN CENSURADO EL BLOG
W, esa persona fascinante y cruel, ha decidido que una de las entradas que publiqué podía perjudicar su vida matrimonial. No, esto no tiene nada que ver con X y Z. No. Los que seguís concienzudamente el blog sabéis quién es W. Al parecer W está convencida de que J podía tener celos. Yo creo que J está por encima de esas pasiones frívolas. J es una persona muy afortunada. W lo sabe. En cualquier caso, que W piense éso me resulta sugerente. Todo esto lo digo porque, prioridad número uno, es tener contenta a W, esa apasionante profesional. Viva W.
jueves, 21 de diciembre de 2006
Tetrabrick 4.
News. Voy a hacerle una prueba a Z.
(música de terror)
X, yo te quiero... Pero W (esa dama) no lo ve claro...
Ella manda...
No aprueba lo nuestro.
(música de terror)
X, yo te quiero... Pero W (esa dama) no lo ve claro...
Ella manda...
No aprueba lo nuestro.
Caos aereo.
Attention, please, passengers to Shanghai... Estoy oyendo por los altavoces. Parece que hoy se ha vuelto loco Heathrow, porque esto está hasta la bandera. Imagino que tendrá que ver con el alud de niebla que nos rodea. Es como merengue, una inmensa tarta de navidad que no te deja ver el coche que tienes a tres metros por delante en la serpenteante caravana de la autopista. Para entrar en la terminal 2 es necesario atravesar un auténtico embudo humano, una pizza de indios, judíos, negros y españoles calentitos, como si se tratase de un enorme chiste, aliñados con algún británico despistado. Un chavalito de amarillo fosforescente me dice, después de quince minutos de espera, que para entrar tengo que ir por otra puerta, situada a unos trescientos metros de donde me encuentro. Mientras le digo que no entiendo lo que dice, me cuelo. Ya dentro, me comentan los amigos de Iberia que me quedan dos horas de espera, en el mejor de los casos, y que están barajando otras posibilidades mucho peores como, por ejemplo, que se cancele el vuelo y me quede en tierra, charlando tan a gusto con el de amarillo fosforescente. Esta inesperada situación me brinda la oportunidad de sentarme y escribir estas líneas, mientras oigo por los altavoces como una mujer va cancelando todos los vuelos que se le ponen por delante. Bueno, lo cierto es que tengo tiempo de escribir estas líneas y traducir el Corán, mientras me bebo trescientas cañas y me como mil bocadillos de atún con pimientos.
SCAFFOLDINGS, CIRCOS Y CENAS
La cosita de la producción se está complicando por momentos, digamos que está pillando un punto barroco, casi churrigueresco. Voy a rodar en el centro de Oxford, asunto jodido, pero lo que es más jodido son los scaffoldings: instrumentos de tortura medieval, que, si bien hace unos meses no significaban nada para mí, ahora suponen un nuevo reto para el rodaje. Se trata de los putos andamios de siempre, que cubren cualquier edificio que se me antoje rodar. Primero pusieron uno enfrente del teatro, ahora detrás. Hay dos opciones: pasar de ellos y rodar como si no estuvieran, es decir, venir a Oxford para que parezca Getafe, o buscar cobardemente otro sitio, cosa que intento. Con lo que ya no contaba es con lo del circo. Al parecer el día que rodamos montan un circo en la calle, un circo que hay que esquivar. El problema no es exactamente el circo. No me importaría rodar con payasos en la escena, no sería la primera vez. El problema son las grúas y los trapecios que dejan por ahi los del circo, difíciles de justificar en la secuencia. En fin, parece que vamos a intentar rodar un dia en que no haya ni scaffoldings, ni circo. Pero ha surgido un nuevo e insospechado inconveniente. Al parecer en Greenwich, el mismo día que rodamos, hay una cena. ¿En la calle? Pregunto, confuso. No, exactamente en la calle no, en una iglesia enorme que está al lado donde rodamos. Vale, pues que cenen, como si después montan una orgía, todos untados en miel, y sacrifican un cordero en el altar. Claro, el problema es que a la cena asiste el alcalde de Greenwich y quiere tener libres las entradas a la iglesia, cosa que SI que interfiere, desgraciadamente, mi rodaje. Al parecer, hasta que termine de cenar el alcalde, no podemos rodar allí. Una solución sería sacar el Scattergories, o cenar con ellos y pasar de todo. A mi me incomoda el asunto, teniendo en cuenta que tengo que rodar doscientos mil planos esa noche. Afortunadamente, los scaffoldings que también han puesto en la iglesia los podemos cubrir con motivos navideños, o pintarlos de color ladrillo. Circos, lo que se dice circos, en esa localización todavía no han aparecido, pero por lo visto no tardarán en aparecer. ¡Dios, acaban de cancelar otro vuelo! Ah, es el de Valencia, el de Madrid resiste. Lo peor es que te piden que te vayas del aeropuerto. Claro, hay tanta gente que aquí, si no tienes nada que hacer, te echan. Comprensible. Un detalle: fuera hace tres grados bajo cero. Siempre resulta desagradable, sobre todo pasadas las tres primeras horas. Otro vuelo fuera. Ah, es para Zurich. ...Eso pasa por querer ir a Zurich.
SCAFFOLDINGS, CIRCOS Y CENAS
La cosita de la producción se está complicando por momentos, digamos que está pillando un punto barroco, casi churrigueresco. Voy a rodar en el centro de Oxford, asunto jodido, pero lo que es más jodido son los scaffoldings: instrumentos de tortura medieval, que, si bien hace unos meses no significaban nada para mí, ahora suponen un nuevo reto para el rodaje. Se trata de los putos andamios de siempre, que cubren cualquier edificio que se me antoje rodar. Primero pusieron uno enfrente del teatro, ahora detrás. Hay dos opciones: pasar de ellos y rodar como si no estuvieran, es decir, venir a Oxford para que parezca Getafe, o buscar cobardemente otro sitio, cosa que intento. Con lo que ya no contaba es con lo del circo. Al parecer el día que rodamos montan un circo en la calle, un circo que hay que esquivar. El problema no es exactamente el circo. No me importaría rodar con payasos en la escena, no sería la primera vez. El problema son las grúas y los trapecios que dejan por ahi los del circo, difíciles de justificar en la secuencia. En fin, parece que vamos a intentar rodar un dia en que no haya ni scaffoldings, ni circo. Pero ha surgido un nuevo e insospechado inconveniente. Al parecer en Greenwich, el mismo día que rodamos, hay una cena. ¿En la calle? Pregunto, confuso. No, exactamente en la calle no, en una iglesia enorme que está al lado donde rodamos. Vale, pues que cenen, como si después montan una orgía, todos untados en miel, y sacrifican un cordero en el altar. Claro, el problema es que a la cena asiste el alcalde de Greenwich y quiere tener libres las entradas a la iglesia, cosa que SI que interfiere, desgraciadamente, mi rodaje. Al parecer, hasta que termine de cenar el alcalde, no podemos rodar allí. Una solución sería sacar el Scattergories, o cenar con ellos y pasar de todo. A mi me incomoda el asunto, teniendo en cuenta que tengo que rodar doscientos mil planos esa noche. Afortunadamente, los scaffoldings que también han puesto en la iglesia los podemos cubrir con motivos navideños, o pintarlos de color ladrillo. Circos, lo que se dice circos, en esa localización todavía no han aparecido, pero por lo visto no tardarán en aparecer. ¡Dios, acaban de cancelar otro vuelo! Ah, es el de Valencia, el de Madrid resiste. Lo peor es que te piden que te vayas del aeropuerto. Claro, hay tanta gente que aquí, si no tienes nada que hacer, te echan. Comprensible. Un detalle: fuera hace tres grados bajo cero. Siempre resulta desagradable, sobre todo pasadas las tres primeras horas. Otro vuelo fuera. Ah, es para Zurich. ...Eso pasa por querer ir a Zurich.
Arthur Seldom
Qué nivel, Dios, de persona... su mujer ha hecho una ensaladita, porque no quiere que engorde... Pero tenían un pan de aceitunas exquisito, y me he comido tres hogazas. Tiene un piso precioso, en el Soho, al lado de mi hotel. Acaba de hacer una cosa de vikingos, en canada... Hemos estado leyendo diálogos... Joder, qué gozada. Dice que le quite un "fuck", que no le gusta. Y yo voy, y por supuesto, se lo quito. Lo que diga Mr. Hurt.
miércoles, 20 de diciembre de 2006
Mañana, el retorno del jedi.
Mañana vuelvo a Madrid. Me quedo todas las navidades, hasta el 7, y después me quedan dos semanas de pruebas y ensayos y comienza VIETNAM a saco. Tengo que preparar para mañana, por cierto, la reunión de producción, porque hoy a las ocho nos fuimos a quintalapolla a ver las carreteras de la secuencia del accidente, que son excelentes, y esta noche tengo que reunir toda la información que pueda para todos los departamentos. Parece que en el terreno todo es posible, tengo rasante, tiro para colocar las cámaras, pero la caida desde la rasante es muy pronunciada y no sé si le va a molar al especialista. Además, después hay una curva, con lo que el punto de vista de Petersen es un poco tardío. Quiero decir que para montar la secuencia, el espacio de acción es corto antes de la curva, y eso puede dificultar las cosas. Pero vamos, en España ni soñaría con encontrar un sitio magnífico como este en el que tenemos la carretera a nuestra disposición. Así que tiraremos palante, al viejo estilo. Si mahoma no se acerca a la montaña, la montaña le cogerá de los huevos a Mahoma y punto pelota.
Drama tetrabricks 3.
A ver: me acaba de llamar X desesperado/a diciendo que quiere hacer la película, que cobra los tetrabricks de Don Simón que encontremos, que lo hace hasta con sangría Don Simón si es necesario, y que los calamares, pues cuando haya para calamares. Y con respecto a las fechas, que pasa del orfeón donostiarra. Cosa que me hace mucha ilusión, claro, porque me mola esa disposición, ese rollo "me molas, gordo". Por otro lado acabo de ver las pruebas de Z, un actor/actriz que está más buena que el pan. Eso me confunde y me llena de zozobra. ¿Qué hacer? Dios. No, joder. X a muerte. Es maravillosa. Todo esto a nivel profesional, ¿eh?
Drama Ana Massey.
La verdad es que con las mujeres soy más blando que la hostia, y si son maravillosas, más. Voy a su casa, me sienta en su sofá, se pone a hablar de su personaje, de que si le quito esas dos líneas de diálogo lo jodo todo, y va y me convence. Así que las voy a volver a meter en el guión. Y es un lío considerable, porque hay que editar páginas de diferente color y mandarlas a setenta personas, pero así son las cosas. Todo con tal de que la mujer esté contenta. Es que es maravillosa. Y además tiene razón, con este agobio de que la puta película tenga ritmo estoy quitando cosas buenas y no puede ser. Esto es una puta película de diálogos, coño. Y el que quiera otra cosa que se joda. Pero si todo tiene que tener el ritmo de SPEED pues la hemos jodido. Como decía hoy Mr. Hurt, se trata de una puta pelicula de diálogos. Bueno, no ha utilizado ese término precisamente. La cosa con John Hurt está entre si le cortamos el pelo, o no, si le dejamos barba o no. Yo no quiero barba porque si no esto va a parecer una versión moderna de Gandalf y Frodo y me toca las pelotas la comparación. lo único en lo que estamos de acuerdo todos los departamentos, maquillaje, vestuario y dirección, es que queremos chaqueta de pana y pantalones de pana usados. Paco quiere ponerle cuando vaya en bici un casco de ciclista, y él se siente ridículo y quiere una gorra que lleva normalmente. Yo con tal de tenerle contento le pondría su propia ropa y a mamar, pero claro, no es plan. Por otro lado el quiere salir guapo -porque conviene al personaje, no porque él sea coqueto- pero yo creo que está mejor con el pelo corto. Bueno, que no se lo toquen hasta que empecemos.
Drama tetrabricks 2.
Nada, que además del problema de los tetrabricks, el problema son las fechas, porque el actor/actriz tiene un concierto con el orfeón donostiarra no sé qué día. Ah, y de calamares, nada. Que no hay dinero para calamares. Así que tengo que pensar otro/a actor/actriz. Uno/a que no quiera tetrabricks y que odie los calamares y que además no tenga nada que hacer los próximos meses. Creo que voy a terminar contratando a un playmobil, que no dan problemas.
Papadum a toneladas.
Son las doce y cuarto en el legendario Rathbone. Acabamos de tener una cena de éstas de navidad, en la que todo el equipo se reúne y cenamos y nos queremos. La verdad es que se está bien, Rosa ha conseguido un equipo espléndido y la gente da bastante buen rollo. Ya veremos cómo son en el campo de batalla, claro. Todo el mundo es encantador hasta que deja de serlo, pero en principio no tiene porque ser así. Seamos optimistas. Las peliculas son como las guerras, se ve de qué madera está hecha la gente. El tipo encantador de pronto es un cobarde que echa balones fuera, es capaz de echarle la culpa a su madre con tal de no cargar con la responsabilidad. O alguien que no te caía bien te salva la vida, te respeta y confía más en tí que tu hermano del alma, que sin embargo, va y te falla y lo jode todo, y era tu colega. Nunca se sabe. Bhona ghost y Chicken tikka y Samosa y todas esas movidas a saco. Adoro el papadum. Me he puesto cerdísimo, de los nervios. Mañana arriba a las siete, tengo que ir a ver localizaciones del accidente, y luego a comer con John Hurt, luego pruebas de maquillaje y vestuario, y luego a casa de Ana Massey a tranquilizarla porque le han pasado el guión y ha descubierto que le he quitado unos diálogos y se ha mosqueado considerablemente. No sé que decirle. ¿Que sobraban? ¿Entonces porque los escribí? Yo que sé, le diré que así es la vida, o le mentiré y le diré que los rodaremos y que todo será maravilloso. Luego al hotel a currar otra vez, a intentar solucionar lo del aeropuerto, que se me ha caido la localización y tengo que rodar en otra parte. ¿Qué es un aeropuerto? Un sitio con tiendas y una ventana grande con aviones. Lo puedo rodar en un centro comercial y el avión lo ruedo a parte... No sé. hay que solucionar esto antes de nochebuena.
martes, 19 de diciembre de 2006
No me puedo dormir.
Aquí estoy en el mítico hotel Rathbone del Soho escribiendo estas líneas porque no consigo dormirme. Debería estar haciendo el storyboard de la maldita secuencia del accidente, para que luego mi ayudante de dirección no me vuelva loco, pero la verdad es que no me apetece ahora liarme, quizá mañana. Lo cierto es que me encuentro profundamente transicional. Quiero decir que busco cualquier oportunidad para esquivar lo que realmente debo hacer, por algún tipo de pánico escénico. No sé si os habrá pasado alguna vez, a mí contínuamente. Soy capaz de dibujar la capilla sixtina en un palillo antes de ponerme a estudiar el temario del examen del dia siguiente. Soy asi de anormal. Por si alguien sigue esto desde hace días, nuestro problema con las localizaciones se ha resuelto satisfactoriamente antes de navidad. Ya hemos encontrado los corridors que buscamos, en un lugar absurdo, un college americano en Londres que están desmantelando para construir apartamentos, o eso creí entender, aunque es posible que dijeran que iban a montar una hamburguesería vegetariana para judíos sefardís. Allí rodaremos el estudio de Martin, la casa de Lorna, el apartamento de Podorov y el Common Room. Puede que rodemos también las trenches, pero no he podido acercarme lo suficiente para ver el terreno porque han aparecido los tipos de la obra y nos han echado una sonora bronca. El pobre indio de seguridad confesaba que cuando nos fueramos le iba a caer una buena, todo porque me metí a ver un poquillo aquello. Este era un genio, una lumbrera de pensamiento puro en comparación con el indio de las llaves (el de seguridad del otro hospital que también estaban desmantelando donde rodaremos más movidas). Si no sabéis a quién me refiero, leer un post titulado "el indio metafísico". En cualquier caso, mañana tenemos casting de matemáticos, vemos a dos tipos, y tengo todo el día para trabajar. Paso de ir a la oficina, porque está en quintadios. Me quedo en el Rathbone tan a gusto, porque en la oficina no hay quien se concentre, y las horas de coche para llegar son una especie de via crucis jodidísimo.
lunes, 18 de diciembre de 2006
Tetrabricks 1.
Digamos que quiero contratar a una actriz/actor, llamemosla/le X. Pero resulta que esta actriz/actor quiere cobrar tres tetrabricks de Don Simón. La productora sólo quiere pagarle uno. Yo les digo que en una película anterior, esa/ese actriz/actor cobró dos tetrabricks, que es normal que quiera ahora tres. Llamo a su representante y le digo que se lo curren bien, porque la productora me está proponiendo una actriz/actor que con un tetrabrick de Don Simón es feliz. La representante me dice que no la presione. Yo la digo que no es presión, que es una realidad contrastable empíricamente, como la lluvia o las piedras del riñón. Que se la cuento para que se prepare para el futuro, y de paso, que no me deje tirado. Que busquemos una solución, que llame a la productora proponiendo dos tetrabricks y que cuando salga la peli, que la inviten a calamares, o algo. La cosa ha quedado en que llama mañana. Al final X igual no hace la peli, o sí, dependiendo de los tetrabricks, y de los calamares.
Marlborough lessons.
Esta semana hemos estado indagando en los aspectos más densos del guión de la película, la manera en que ésta se enfrenta al problema del conocimiento. Para ello hemos contado con la colaboración desinteresada de uno de los profesores de Oxford con mayor prestigio internacional en el ámbito de la teoría del lenguaje, Peter Marlborough. Gracias a él, hemos sido capaces de desarrollar conceptos complejos como la paradoja de Wittgenstein sobre las proposiciones finitas, de una manera sencilla y accesible a los no iniciados. Lamentablemente, el profesor Marlborough sólo podía atendernos media hora al día, a eso de las doce, porque a partir de entonces perdía totalmente el norte. Aquí le vemos a punto de empezar una charla de tres horas sobre cómo colocarle la pistola a los madelman sin romper el dedo gordo. Le preocupaba mucho el hecho de que llevasen ropa interior, y no pudo resolver el misterio de porqué no tenían pies, sino unos muñoncitos que encajaban en las botas. Aprendimos mucho.
Supported by Marlborough.
Aquí me encuentro departiendo amigablemente con el profesor de Lógica prearistotélica Peter Marlborough. En la película ponemos énfasis en intentar desmontar viejos tópicos sobre la importancia de la lógica de enunciados, pero el profesor Marlborough, después de unas pintas bien servidas, nos confesó que a él la lógica de enunciados se la sudaba bastante. El prefiere el estilo escolástico de pensamiento, los axiomas puros y duros. Al pan, pan, y al vino, tinto, a poder ser. El blanco es para pescados, principalmente, o para marisco, y el rosado es para idiotas. La solidez de sus planteamientos nos asombró a todos. Una tarde inolvidable en esta maravillosa producción: Oxford Murders.
domingo, 17 de diciembre de 2006
Tal como eramos.
Articulillo de mañana en EL PAIS
MEJOR QUE NUNCA
Se han celebrado votaciones en la Academia del cine, y normalmente no hay dos alternativas. Incluso es difícil encontrar una, porque hoy en día nadie quiere responsabilidades gratis. Sin embargo, este año teníamos dos opciones, y las dos magníficas. Gil Parrondo, una de esas pocas personas a las que puedes llamar genio sin exagerar: 97 películas, dos oscars de tres nominaciones, cuatro goyas de seis nominaciones. Pero los premios es lo de menos, lo impresionante son los títulos que ha firmado. Es responsable de los decorados de Patton, Doctor Zhivago, Mr. Arkadin… Para hablar con él deberíamos tirarnos al suelo e implorar clemencia. En el otro lado del ring, Angeles Gonzalez-Sinde, una guionista con una trayectoria realmente brillante. 13 títulos, entre ellos buenas películas como La buena Estrella y Segunda Piel, y un Goya como directora por La Suerte Dormida, además de series de televisión y muchas cosas más. El asunto estuvo bastante reñido e incluso me atrevería a decir que fue emocionante: se iban leyendo los votos uno a uno, y la cosa no estuvo clara hasta que David Trueba leyó los resultados. Ganó Angeles, 125 votos contra 98. Yo creo que la gente votó la juventud, y sobre todo las ganas de Angeles: se la ve llena de ideas. Por si fuera poco, cuenta con un equipo espléndido, Enrique Urbizu y Manolo Gómez Pereira. Pero debo decir que si el resultado hubiera sido otro, no hubieramos salido perdiendo. Hubo aplausos y regocijo general. Lo mejor fue sentir una sensación general de camaradería. Nos dedicamos a esto porque nos gusta, disfrutamos de nuestro trabajo, y eso es lo mejor que te puede pasar en la vida, exceptuando, quizá, quedarte encerrado en un ascensor con Angelina Jolie. Aquí no hay sitio para los rencores, somos, ante todo, afortunados que trabajan para los demás, en un oficio maravilloso y gratificante. Enhorabuena a los dos, por querer meterse en el follón de la Academia, porque lo hacen exclusivamente para que esto mejore, y podamos estar orgullosos. Lo mejor de las votaciones, sin duda, el extraordinario Juan Luis Galiardo al que deberíamos nombrar Emperador o Zar de la Academia. Nos regaló un discurso breve pero asombrosamente lúcido, que yo extrapolaría a la humanidad entera: necesitamos más amor y más cariño. Levantémonos y aplaudámonos, amigos, porque estamos aquí, juntos, celebrando el cine.
Se han celebrado votaciones en la Academia del cine, y normalmente no hay dos alternativas. Incluso es difícil encontrar una, porque hoy en día nadie quiere responsabilidades gratis. Sin embargo, este año teníamos dos opciones, y las dos magníficas. Gil Parrondo, una de esas pocas personas a las que puedes llamar genio sin exagerar: 97 películas, dos oscars de tres nominaciones, cuatro goyas de seis nominaciones. Pero los premios es lo de menos, lo impresionante son los títulos que ha firmado. Es responsable de los decorados de Patton, Doctor Zhivago, Mr. Arkadin… Para hablar con él deberíamos tirarnos al suelo e implorar clemencia. En el otro lado del ring, Angeles Gonzalez-Sinde, una guionista con una trayectoria realmente brillante. 13 títulos, entre ellos buenas películas como La buena Estrella y Segunda Piel, y un Goya como directora por La Suerte Dormida, además de series de televisión y muchas cosas más. El asunto estuvo bastante reñido e incluso me atrevería a decir que fue emocionante: se iban leyendo los votos uno a uno, y la cosa no estuvo clara hasta que David Trueba leyó los resultados. Ganó Angeles, 125 votos contra 98. Yo creo que la gente votó la juventud, y sobre todo las ganas de Angeles: se la ve llena de ideas. Por si fuera poco, cuenta con un equipo espléndido, Enrique Urbizu y Manolo Gómez Pereira. Pero debo decir que si el resultado hubiera sido otro, no hubieramos salido perdiendo. Hubo aplausos y regocijo general. Lo mejor fue sentir una sensación general de camaradería. Nos dedicamos a esto porque nos gusta, disfrutamos de nuestro trabajo, y eso es lo mejor que te puede pasar en la vida, exceptuando, quizá, quedarte encerrado en un ascensor con Angelina Jolie. Aquí no hay sitio para los rencores, somos, ante todo, afortunados que trabajan para los demás, en un oficio maravilloso y gratificante. Enhorabuena a los dos, por querer meterse en el follón de la Academia, porque lo hacen exclusivamente para que esto mejore, y podamos estar orgullosos. Lo mejor de las votaciones, sin duda, el extraordinario Juan Luis Galiardo al que deberíamos nombrar Emperador o Zar de la Academia. Nos regaló un discurso breve pero asombrosamente lúcido, que yo extrapolaría a la humanidad entera: necesitamos más amor y más cariño. Levantémonos y aplaudámonos, amigos, porque estamos aquí, juntos, celebrando el cine.
sábado, 16 de diciembre de 2006
Lo mejor en flamenco fresquito.
La postal del año pasado.
ALEX COX MAKE UP
Viejos exitos de Panico.
Duchofnik visita la oficina.
No para de dar la brasa el bueno de Duchofnik porque quiere un papel. Y yo le digo que esta es una película seria, que se deje de rollos, que vaya a hablar con Winterfroton, que ese si se deja. Pero nada. Toodo el dia Duchofnik dejándose ver, con excusitas (¿tenéis tabaco? y cosas a sí), abrasando al personal. Me pidió que nos hiciéramos una foto juntos (parece que me está introduciendo el pulgar por el orto fuera de cuadro). He dicho al portero que no le dejen entrar, que nos entretiene, y perdemos toda la concentración. Majete, pero pesado.
viernes, 15 de diciembre de 2006
laa a fiestwwçñnv
habia muecha gnetem. perpovno es tba anmgelic ajolie. y luegp me presentaromn a vienterbottotom. y entonces me dijo qujne etal yvual yluego eso. a s ab¡co. a saco. y me vokmt yala caMma
fiesta..... en....eso de.... winterbo.....
he estado en... una fiesta de michael winterbotttomm... ahora no puedo contar nada...
mañana os cuento.... qué fuerte..... es un buen chaval, michael.... qué buenas estaban las...
mañana.... os cuento.... me voy... a....
mañana os cuento.... qué fuerte..... es un buen chaval, michael.... qué buenas estaban las...
mañana.... os cuento.... me voy... a....
jueves, 14 de diciembre de 2006
FANS DEL BLOG
DOÑA ELVIRA DIEZ DE LOS SANTOS (Cáceres)
Ante todo, gracias por la caja de patatas y ajos que nos ha mandado a la productora. Respondo a sus preguntas con toda sinceridad: no, no creo que podamos darle un papel a Mel Gibson en la película, porque andará ocupado con el lanzamiento de su último film Caramelos de Apocalyptos, pero intentaré enviarle una foto suya desnudo y untado en miel, aunque será difícil. Sí, efectivamente, me encantó VOLVER de Almodóvar, pero esta película que estamos rodando no es un remake musical en 3D, señora, no tiene nada que ver. Y no se preocupe que intentaré hacerle llegar a Pedro cuanto antes el kilo de pimientos verdes.
Indios metafisicos.
Parcialmente ebrio, o totalmente bebido, escribo esta nueva entrada a las once y diez de Londres. Ha sido un día intenso. Localizaciones al estilo british. Como ayer, pero peor, porque nos pilla cansados. Vamos a ver un sitio cojonudo: dos horas de furgo como dos toneladas de mercurio. Vamos a ver el siguiente: otras dos simpáticas horas. En el camino me agobio, me duermo, me pongo histérico, todo a la vez y sin intervalos. Cuando llegamos a las localizaciones, de pronto a todo el mundo le entra una prisa de la hostia: hay que resolver las secuencias en segundos. Encontramos una idea genial que resuelve mil problemas, casi sin darnos cuenta. Intento que la alegría no se me note para parecer profesional. La casa de miss Eagleton es una sobrada, es un placer de localización. Tiene de todo y más. Doscientos cincuenta kilómetros de viaje hasta la siguiente localización. Momento ultra-mítico en un hospital en quintalapolla, a mil horas del centro: el indio metafísico. El que cuida el hospital, cerrado por reformas, o por no sé qué, lleva dieciochomil llaves en el bolsillo. Es la tercera o cuarta vez que venimos, pero parece que es la primera. El indio sonríe, feliz. Queremos entrar en el maldito Squash court. Saca su mega-manojo de llaves imposible y NO TIENE LAS LLAVES del sitio que queremos ver. Y el indio desapaprece buscando la llave en la distancia, veo su oficina a tres kilómetros. El indio vuelve y no trae la llave porque la ha perdido. Para entrar tenemos que dar una patada a la puerta, yo me hago daño en el tobillo, y encima el sitio no mola, no encuentro los corridors de los cojones. Pienso diferentes maneras de matar al indio, con torturas, a palos, a mordiscos, con pellizcos intermitentes en los huevos. Como siempre, al final le cojo cariño y le hago unas fotos. Aquí podéis disfrutar de su aspecto absurdo, de su pedazo de personalidad, de su humanidad a flor de piel. El indio mítico. Llego al hotel hecho una auténtica braga usada y meada. Me quiero ir a la cama y pensar en el dolor de pies que me posee, pero tengo que ir a cenar con unos profesores de universidad encantadores y convencerlos de que animen a sus alumnos para que vayan de figuración a la secuencia de la conferencia de John Hurt en el college, porque literalmente no tenemos dinero ni ganas de pagar a tanta gente. Me mamo con vino tinto, lo peor, rollo repugnante, y termino hablando de Douglas Sirk y Vertigo y Escrito en el viento y las películas americanas de Fritz lang y de Ophuls y de películas que no he visto. Parezco un contertulio de Garci en los buenos tiempos, pero con los carrillos colorados. Parezco Bob Esponja borracho de helado de nata en el local de Goophy Goover. Dios bendiga el cine y la vida en general, porque todo esto es asombrosamente posible. Asi ha ocurrido y así se lo hemos contado.
miércoles, 13 de diciembre de 2006
Recce's day
Esta semana estamos repasando las localizaciones con Kiko, el gaffer, Chris, la directora artística (aquí production designer), el location manager, Duncan, el mítico y legendario Daniel, mi asistente y madre adoptiva, Rosa, line producer (mi otra madre), Barrie Mcullogh, mi ayudante de dirección escocés calvo, y la Virgen de los Remedios: todos metidos en una furgoneta de reparto. Ayer nos tiramos más de ocho horas de coche para ir de un sitio a otro. Esto del tráfico en Londres es alucinante. Vamos a ver esto: dos horas de coche. Vamos a ver esto otro: otras dos horas. Lo más duro es que aquí no se para para comer, está mal visto, así que tiramos de sandwich y nos lo comemos en la furgoneta. Me duelen los pies como si me los hubiera pisado La Masa, y el lumbago, o lo que sea que duele ahí atrás. Vamos a rodar en un public college (aqui los privados son los "public") que se llama Harrow, uno de los colegios más caros de Inglaterra, -son como cinco kilos al año llevar al niño para convertirlo en un hijoputa de mayor- y llegar hasta allí me descojona el cerebro. Merece la pena, tenemos dos sitios flipantes para rodar, pero el deterioro diario mella un poquito. Me faltan unos putos pasillos, unos corridors de los huevos que no encuentro en ninguna parte, y espero encontrar hoy, a poder ser antes del sandwich, porque después me entra como una depresión postparto con el tema de haber comido una mierda. Bueno, por lo menos no engordo. En el aeropuerto todo son pegas: si rodamos en laborable, no se puede intervenir nada, y tenemos que rodar con gente de verdad. En festivos nos cierran las tiendas y hay que pagar para abrirlas, y traer figuración, que aquí cobran como marqueses. Pero por lo menos nos cortan los announcements de los vuelos. Si suelto a los actores entre la gente normal, se los comerán. Joder. Bueno, voy a ver si me ducho, que se me ha pegado la almohada al sobaco y no se va ni con agua caliente.
lunes, 11 de diciembre de 2006
Paranoia en vuelo.
De nuevo en London, perdiendo más puntos de cordura que nunca. He volado en uno de esos aviones EASYJET. No, la foto no es de un EASYJET, esta es de otro día, para ilustrar lo bien que se va cuando no se va en EASYJET. Claro, son baratos porque te llevan como si fueramos todos anchoas en aceite. Yo directamente NO ENTRABA en el asiento. Literal, me refiero a no entrar de verdad, como suena. Metido con calzador. La barriga se me ha subido a la garganta. A mi lado una anciana que temía por mi salud, al otro un ejecutivo asustado cuando dejaba de oír mi respiración. El maldito avión hasta las pelotas y no tenía sitio donde dejar mis maletas. Y me dice la zorra de la azafata que me busque la vida con las maletas. El maldito avión parado porque un gordo está buscando sitio donde meter su hatillo de calzoncillos y su laptop de los huevos. Al final lo meto todo en una esquina minúscula, apachurrándolo como si me fuera la vida en ello. A la salida tengo que esperar a que se baje todo el mundo para recoger lo que quedaba de las maletas. Triste. ¿Y Luton? ¿Alguien conocía Luton? Pedazo de aeropuerto absurdo pintado de naranja. No es Heathrow, es otra cosa en el quinto coño, donde van los aviones de EASYJET a morir. Dos horas para llegar a la oficina.
viernes, 8 de diciembre de 2006
Casting
Qué jodido es esto del casting. Ahora mismo estoy viendo actores para las small parts. El problema es que son todos buenísimos. Todos son unos actorazos de la hostia, que se prestan amablemente a hacer un papel con una sola frase, o ninguna. Han hecho teatro, televisión y mucho cine, y vienen a nuestro casting dándolo todo por un papel ridículo de una sola frase. Desde luego, muchos actores que conozco tienen realmente bastante que aprender. Algunas veces, en Madrid, un actor me ha dicho que consideraba insultante que le propusiera determinado papel porque era muy corto. Esto en Inglaterra no pasa. Increíble. Apuesto por esta idea: no existen papeles cortos. Si tienes una frase en una película, en ese preciso instante el espectador te está escuchando, eres el centro de atención ABSOLUTO, lo más importante de la secuencia -la mirada del espectador se centra en tí más que en nada- y la verosimilitud de la situación depende totalmente de esa actuación irrepetible, de la misma manera que depende de cada una de las frases del protagonista. Por lo tanto, no existe diferencia alguna. Todos los actores son protagonistas de su propio momento en la película.
ME MIRAN MAL
Hasta las estatuas en Oxford me miran mal. Es acojonante. Hoy hemos estado localizando unas secuencias en el Sheldonian, donde tenía que marcar por donde entraban y salían los personajes para el tema arduo éste de los permisos, y mirad con que cara me miraban hasta las piedras. Y lo peor son los turistas españoles que se sorprenden al ver alguien conocido haciendo aspavientos en medio de la calle. ¿Qué hace ese gordo aquí? Pues sí, señora: aquí ando con mi Garcinglish a cuestas. Mítico. Oye, asombroso, mi equipo me dice que entienden lo que les digo. ¿Me seguirán secillamente el rollo? Parezco uno de los gipsy kings, Dios.
miércoles, 6 de diciembre de 2006
FANS DEL BLOG
JOSE CARLOS ALONSO VERGARA (Barakaldo)
Querido Jose: gracias por tus acertadas insinuaciones y sutiles ironías. Sí, por supuesto, Oxford Murders es una película que despertará un gran interés entre los amantes del misterio y del suspense, pero también es una película que dará que pensar, nunca mejor dicho. No, no pienso desvelarte, perdóname, los jeroglíficos y las numerosas adivinanzas que se plantearán en la película. Y por favor, mándame tu dirección para enviarte la bufanda de regalo con el logotipo de la peli. Me he reído muchisimo con tus comentarios. Eres un crack, Jose.
martes, 5 de diciembre de 2006
FANS DEL BLOG
MANUEL PÉREZ DE ALCÁNTARA (BURGOS)
Querido Manuel: gracias por mandarnos esta foto. Intentaremos mantenerte informado sobre el rodaje en la medida de lo posible, pero no te aseguro que pueda mandarte fotos de los ensayos de las escenas de sexo. Si, la cosa va de matemáticas, pero también mucho más allá. Es una película sobre las ansias de conocimiento del hombre. ¿Podemos llegar a la verdad absoluta? ¿Heisenberg y Wittgenstein marcaron definitivamente los límites del saber? Con respecto a lo que comentas de mandarte el guión, no me lo permite la productora, lo siento.
En Londres again
Bueno, ya estamos aquí otra vez, partiéndonos el pecho para sacar esto adelante. Lo primero que he hecho hoy ha sido acudir a una reunión que se había cancelado. No pasa nada. Sólo ha sido un par de horas de coche. Normalmente estas cosas son culpa mia, así que cuando suceden por culpa de otro me siento incomprensiblemente alegre y reconfortado. No soy el único en este mundo que no se adapta al medio de una manera adecuada. Ayer fue mi cumpleaños y me lo pasé viajando. Hoy ya no es mi cumpleaños. Es lo que tiene esto de los cumpleaños. Hoy, como mucho, es mi no-cumpleaños. Disfrutémoslo a tope. Por de pronto, me he comido una manzana. Tras los excesos de estos días eso va a ser todo lo que coma hoy. Abandonamos el mundo de las recaídas pantagruélicas y regresamos al estalinismo dietético. Manzana de comer, pera de cena. Si en un par de semanas leéis que he aparecido flotando en el Támesis, no os sorprenderá en absoluto. Es lo bueno de conocer el emplazamiento de este blog secreto. Sólo unos pocos averigüarán las ocultas razones que me empujaron a la violación de treinta y siete jóvenes británicas y a suicidarme ingiriendo ochenta y siete hamburguesas XXL de Burger King.
viernes, 1 de diciembre de 2006
Come back to Bilbao
Hoy vuelvo a Madrid y mañana nos iremos todos juntos de la mano a Bilbao, a ver a la familia, y a participar en el festival de cortos, y espero poder pasarme por el festival de comics de getxo. En el aeropuerto me espera esa maravillosa sala de espera llena de ejecutivos con cara de perro, y el placer de vagar por sus pasillos pensando en comprarme algo que al final me compro y no me sirve de nada, y lo que es peor, que me dejo olvidado en una mesa de la sala llena de ejecutivos con cara de perro.
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