Con los huevos de corbata

Ayer esto parecía un musical de los sesenta con Petula Clark cantando, y hoy estoy metido en una película de los sesenta de Stanley Kramer, y yo soy la adolescente embarazada a la que le van a caer una lluvia de hostias en cualquier momento. Los ensayos de hoy no sé como habrán sido objetivamente, ni lo sabré nunca, pero yo los he vivido como si estuviera en Vietnam rodeado de charlis armado con un tiragomas.

POR LA MAÑANA: me levanto a las siete de los nervios pensando que me he dormido. Nos vamos de localizaciones con un te con leche en el estómago, osea, con nada. DOS HORAS Y MEDIA de viaje, como si rodasemos la secuencia en Valencia. Por Dios, que horror de viaje. Vemos el aeropuerto, que en realidad se trata de un hipódromo. Tendré que meter los aviones en posproducción. Más pasta. Es bueno en el piso de abajo, pero me dicen que tengo que elegir el piso de arriba. Subo al piso de arriba y no mola demasiado, es mejor el de abajo. Pregunto: ¿porqué no abajo? porque abajo es más caro. Respondo: let me think. DOS HORAS Y MEDIA de vuelta. Kiko y yo nos comenos cinco piezas de pollo de un perfect fried chicken en el taxi de vuelta.

POR LA TARDE: llego hecho una BRAGA a los ensayos. Hoy me toca con Jim carter, con John Hurt, con Scott (que no recuerdo cómo se llama y lo nota) y con Elijah. John Hurt me empieza a poner pegas y me lanza unas cuantas insinuaciones cínicas que no pillo y me agobio paulatinamente. Petersen encuentra un par de problemas en su personaje. Mientras intento entender qué dice y buscar una respuesta en palabras que resulten inteligibles, advierto, asombrosamente, que tiene razón. Se lo digo, y repito: let me think. John, que es exactamente igual de listo que su personaje, vuelve a lanzarme mil indirectas que me van destruyendo, y sumado a mi cansancio y a la tensión acumulada, le digo, en mi segundo día de ensayos: I hate you. Creo que lo entiende como una gracia. Descubro que lo que realmente le mosquea es que en su primer dia de rodaje está previsto utilizar una body mount, y le jode porque pesa y es molesto. Explico: una body mount es una cámara que con unos hierros se le cuelga al actor y se mueve con él. No es agradable, pero el efecto es formidable. Eso es lo que le molesta. Por eso está particularmente quisquilloso. Le digo que no la voy a utilizar porque no tengo tiempo, cosa que es verdad, pero no voy a decirle que lo hago por él, precisamente para que piense que lo hago por él. Tras investigar su mirada creo descubrir que, o no me ha entendido, o no me cree, o no le importa. Además, alguien no le ha pasado las correcciones de páginas amarillas (luego descubro que también le faltan las rosas) y eso le confunde y le mosquea. He cambiado una secuencia de una localización a otra, ahora es en un coche (no tengo tiempo de rodarlo todo en el maldito greenwich y tengo que dividir la secuencia como sea), y entiendo que él dice que le JODE que sea en un coche y que estaba mucho mejor antes. Pero resulta que no ha dicho eso, ha dicho exactamente lo contrario. Advierto eso una vez que me he enzarzado en una discusión sobre lo bueno que es ahora que todo se desarrolle en un coche. Naturalmente, no entiende porqué me lanzo ese speech idiota sobre la secuencia. Me quiero morir. Acaba el asunto con treinta correcciones y otras treinta por hacer. He hecho ya unas cuatro versiones y unas cinco más sobre la última, y ahora todo esto que dicen los actores. Petersen es tan bueno que tiene razón, hurt tambien tiene razón en lo que dice, aunque me duela como si me cortaran las orejas con una tijera sin filo, y es cierto que me han pillado por las pelotas. Eso hace que me enfade, y Elijah lo nota y me da un abrazo, un abrazo fuerte y sincero, porque entiende EXACTAMENTE mis sentimientos. Eso me calma y me sobrecoge.